Alegranza es la isla más septentrional del archipiélago canario y, por lo tanto, el primer obstáculo con el que se encuentra la Corriente de Canarias, que deposita todos los residuos en la costa de orientación noreste. Además, al ser una isla deshabitada, todos los residuos son procedentes del mar, lo que la convierte en un observatorio privilegiado para estudiar las basuras marinas. En la realización de este inventario han colaborado las investigadoras del grupo de
Ecofisiología de los Organismos Marinos (EOMAR) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Alicia Herrera, Ico Martínez y May Gómez; junto a Alexis Rivera de
WWF España y Teresa Moreno del Instituto de Formación Profesional Marítimo Pesquero de Canarias.Los resultados se han publicado en el artículo
First inventory of marine debris on Alegranza, an uninhabited island in the Northeast Atlantic, publicado en la revista científica
Marine Pollution Bulletin.